El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra prospecto como: “papel o folleto que acompaña a ciertos productos, especialmente los farmacéuticos, en el que se explica su composición, utilidad, modo de empleo, etc.” (DRAE, 2014, p.1780). Pero ¿son legibles los prospectos farmacéuticos?
Las autoridades recomiendan leer el prospecto antes de tomar el medicamento. Por eso, este debería ser comprensible para cualquier persona. Esta es una cuestión que perdura en el tiempo. Es cierto que en los últimos años la legibilidad ha mejorado considerablemente, pero ¿es suficiente?
Ya en 2007 la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF) se percató de la necesidad de mejorar la lectura y comprensión de los prospectos y elaboró unas directrices para su correcta redacción
Sin embargo, a pesar de la mejora, las personas siguen encontrando dificultad en su lectura y comprensión.
Causas de la difícil lectura y comprensión de los prospectos
- En primer lugar, al uso de un lenguaje técnico,
- Junto al empleo de frases y palabras largas,
- Y también, al tamaño de la letra utilizado, considerado pequeño en la mayoría de los prospectos.
Hay que pensar que el prospecto va dirigido a la sociedad en general, tenga el nivel cultural que tenga y, por tanto, el lenguaje debe ser extremadamente claro para que pueda entenderlo todo el mundo.
Hay personas que no suelen leer los prospectos de los medicamentos que consumen aludiendo a que con las indicaciones del médico ya tienen suficiente. Pero lo que no debería ocurrir, y ocurre, es que no lo hagan porque “es difícil de leer “, o porque “la letra es muy pequeña”.
La legibilidad, es la cualidad de lo que es “legible”, es decir “que se puede leer” y esto es lo que realmente importa, que cualquier persona lo pueda leer.
La legibilidad no solo afecta al uso de términos adecuados para facilitar la comprensión, sino también a los aspectos tipográficos del prospecto.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), siguiendo la directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano. Incluye recomendaciones para conseguir una mayor legibilidad.
Recomendaciones para una mayor legibilidad de los prospectos
- Uso de palabras simples de pocas sílabas. Los términos médicos deben traducirse a un lenguaje que los pacientes puedan entender.
- Empleo de frases cortas. Es preferible dos frases cortas que una larga, especialmente para una nueva información.
- Párrafos cortos. Si son largos pueden confundir al lector.
- Uso de viñetas o listas de no más de cinco puntos.
- En general, establecer los efectos secundarios por frecuencia de ocurrencia, comenzando con el de más alta frecuencia.
- Al escribir, se debe usar un estilo activo, en lugar de pasivo. Por ejemplo: ‘tomar 2 tabletas’ en lugar de ‘se deben tomar 2 tabletas’, ‘debes …’ es mejor que ‘es necesario …’
- Uso de espacios en blanco alrededor de la información crítica, para que quede resaltada.
- En cuanto al tipo de letra, se recomienda la utilización de fuentes “sin serifa” no condensadas (Arial, Verdana …)
- El tamaño debe ser lo más grande posible considerando un tamaño mínimo de 9 puntos, medido en la fuente Times New Roman con un espacio entre líneas de al menos 3 milímetros.
Es de esperar que se sigan estableciendo mejoras para conseguir que el prospecto sea un documento de información al alcance de todo el mundo por el bien de nuestra salud y en definitiva de nuestra sociedad, pero mientras tanto, ¿Qué piensas tú sobre la legibilidad de los prospectos?
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